miércoles, 24 de noviembre de 2010

EL PROCESO DEL DUELO

Si la muerte es súbita e imprevista, la reacción inicial es de incredulidad. Nos resistimos a aceptar el hecho irreversible. Algunas personas sufren estado de choque. Cuando la muerte del ser querido no es súbita y ha sido imaginada muchas veces, el evento es menos traumático.



El proceo se inicia con la negación del hecho, culmina con su aceptación y el retablecimiento del equilibrio. La fase siguente es un estado de exitación, de alarma, inquietud, hiperactividad, acompañado de alteraciones fisiológicas tales como insomnio, pérdida de peso, etc.
la aflicción generalmente no es continua, sino que "viene por oleadas"



"La búsqueda del objeto perdido" es otro componente del proceso del duelo, se caracteriza por un estado de exitación, destaca la búsqueda, el intento de reunión. Los recuerdos del ser amado se fijan y hay una disposición perceptual a ver realmente al ausente, a oir claramente su voz o percibir sus pasos.




la búsqueda se expresa también en los sueños. El ausente aparece en sueños que tienden a repetirse una y otra vez. Algunas personas repasan en su imaginación en forma reiterativa los eventos que condujeron  a la muerte del ser querido, como si aun fuera posible cambiar el desenlace.



El debilitamiento de la constelación de recuerdos de la persona amada toma tiempo; en tanto, se ponen en juego defensas psicológicas. Dos aspectos negativos en la etapa de duelo son: el cólera y el sentimiento de culpabilidad. la ausencia del compañero es experimentada por algunas personas como un abandono, un castigo cruel e injusto.



Con el tiempo ésta cólera es desplazada y el doliente comienza a culparse a sí mismo de no haber sido suficientemente bueno ni generoso con el compañero perdido o no haber hecho todo lo que estaba en su mano para evitar su muerte !si hubiera actuado de otra forma!



la depresión se presenta en una etapa subsecuente al estado de exitación, hiperactividad y búsqueda.

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